viernes, 9 de enero de 2009

Hermanas de sangre IX

- ¡Nooooooooo! – Freya se despertó con un grito mental que no llegó a emitir a través de su poderosa garganta. Como en el sueño, sentía la boca seca y la lengua pastosa. Estaba empapada en su propio sudor, que emanaba cierto olor dulzón debido al exceso de alcohol que había ingerido. ¿Un sueño o una pesadilla? Se preguntaba mientras llevaba su mano izquierda a la cara para retirar las gotas que humedecían sus ojos.

Se giró a la derecha para comprobar qué hora era en el despertador. Le costó descubrirlo, pues sus ojos todavía veían borroso debido a la mezcla entre sudor y posiblemente lágrimas. Observó con cierta desazón que todavía era de madrugada. Le costaba dormir… Así que sabía que ya no sería capaz de volver a conciliar el sueño.

El reloj era uno de esos de manecillas “anticuados”, como decía ella. A Helena le encantaban las cosas que todavía no habían entrado en la era digital. Recordaba la tonta discusión que habían tenido ambas cuando fueron a comprarlo. Helena le decía que era encantador, que el diseño encajaba muy bien en el apartamento que estaban decorando juntas y además era un “aparatejo” menos, como los llamaba Helena. Freya le rebatía protestando porque las manecillas no se veían muy bien, así que la utilidad básica del reloj no se vería satisfecha.

-Qué estúpida discusión… -Pensó, ahora, cuando ya era demasiado tarde empezaba a recordar momentos en los que había perdido el tiempo en riñas inmaduras con la mujer de su vida. - Debí aprovechar aquel tiempo perdido para abrazarla, excitarla y hacerle el amor una y otra vez apasionadamente. –Se decía para sus adentros.

Cogió el reloj con las manos y se volvió a tumbar boca arriba intentando descifrar la hora exacta. Entonces se dio cuenta… A su lado estaba Graciela, con los ojos cerrados y respirando profundamente… Freya sintió un golpe en el pecho y se avergonzó. Al verla entendió que, borracha, se había metido en la cama con ella. Tenía vagos recuerdos de haberse quitado la ropa bruscamente, así que levantó con cuidado las sábanas y confirmó que estaba en ropa interior… pero no sólo ella…

-Uf… - Freya soltó un suspiro silencioso tapándose la boca con la mano izquierda mientras sostenía todavía el reloj con la derecha. –Esto es demasiado para mí… -Pensaba girándose y colocando con sumo cuidado el reloj en su lugar original. Ya sin el reloj, se iba a llevar las manos a la cara cuando vio brillo de labios en la palma izquierda. Se llevo los dedos a sus labios y pudo sentir restos de la crema de labios con brillos de Graciela. No se lo creía… no podía ser… no podía haberla besado… tendría que existir otra explicación… quizá Graciela le había prestado la crema y se la había probado, pero ahora, con la luz blanquecina de la madrugada no lo recordaba… Sí… tenía que ser eso… Pero entonces se giró a mirar a Graciela… y mirando intensamente sus labios comprobó que el brillo había casi desaparecido… dejando la marca de lo que sin duda había sido un beso…

Ahora sí, ahora se llevó las dos manos a la cara y gritó a sus entrañas un “¿Qué cojones estás haciendo?”. Se sentía confundida… ya no sabía si el beso había sido a Graciela o a esa parte de Helena que tanto le recordaba a ella... Y el sueño era un claro indicativo de esa confusión... Ya no podía ocultarlo más... Graciela le despertaba de nuevo a la vida y al deseo sexual... No sabía qué decirse, no sabía qué contestarse si era por ella o por el recuerdo de Helena... A esas horas le daba igual... después de la borrachera le dolía la cabeza con la resaca como para semejantes actos heroicos de introspeccción.


La calidez y suavidad del cuerpo de Graciela en la cama podía con ella así que sensatamente se levantó con cuidado, cogió una manta del armario y se fue a pasar el resto de las horas que quedaban antes del amanecer al sofá con la esperanza de que Graciela no se hubiera dado cuenta de nada...


Sin embargo la chica, cuando sintió que Freya se acostaba en el sofá abrió los ojos. Se había estado haciendo la dormida... Fue ahora ella, la que se llevó los dedos a los labios recordando el sabor del beso de su amiga... Un beso mágico que la había despertado de la noche oscura del alma por la que estaba atravesando. ¿Qué estaba haciendo? ¿Se estaba aprovechando de Freya, intentando suplantar a Helena? ¿Buscaba sentir todo lo que pudo haber sentido ella en vida y así llevar marcado su más cercano recuerdo? ¿Y su novio? Le quería con todo su corazón... No podía seguir así. No de esa manera tan inconsciente y confusa.


Graciela se prometió que cuando entraran los primeros rayos de sol a través del estore veneciano de la habitación recogería sus cosas y se iría de allí.


6 comentarios:

Eva dijo...

Bueno, a ver si he conseguido estar a la altura Any. Me he esforzado a tope. Realmente es una historia que me apasiona muchísimo.

Espero que nuestras queridas lectoras también disfruten con la parte que acabo de escribir ;-)

Besos a todas!

Any_Porter dijo...

... M'has matao... Le acabas de dar un giro brutal a la historia... Y como no, una vez más te has cargado toda la línea argumental que ya me había montado... Así que a currármelo, a luchar conmigo misma y a buscar otra... xD ¡¡¡Pero no se me ocurre!!!

Me temo que la que tardará ahora seré yo...

Por cierto, me alegro de ver que has captado por completo al personaje de Freya... ;) ¡Qué jefa!

Me pondré con ello cuando me recupere del shock (últimamente me paso la vida shockeada... xD).

Biquiños.

Nono dijo...

Eyy esta vez la espera se hizo bien corta ;) genial, es un placer ser testigo de esta "lucha" artística, ha sido todo un descubrimiento, lo dicho, esto no me lo pierdo :P Vosotras seguid así que l@s demás lo disfrutaremos con gusto :) Besicos para las dos.

Eva dijo...

Jijiji, lo siento Any. No sé, de repente me vino el flash y pensé en engancharlo así... con esa pregunta final que lanzabas... me dije: ¡Ya está, está soñando después de la borrachera! :-D


Tranquila, yo también me he tomado mi tiempo hasta poder continuar. Ahora ya me he planteado mi línea, pero por si acaso tú también me la giras... no mantendré ninguna expectativa :-P

Muchos ánimos princesa!

BeN-HuR VaLDéS LLaMa dijo...

Me encanta

Al-kemia dijo...

El amor suele ser único, pero el deseo es múltiple.