sábado, 26 de enero de 2008

Hermanas de sangre...

Lluvia... un viento frío en la cara... rodeada de matices diferentes de color negro...

-Realmente el día se está expresando acorde a los acontecimientos. -Dijo Javier.
-Ya. -Graciela era incapaz de articular más de una palabra de dos sílabas desde que la terrible noticia había atravesado sus oídos, cual navaja oxidada que además del corte deja infección.

-Graciela, ya sé que es difícil. Pero tienes que aceptarlo. La vida es asi. Nunca sabemos qué ocurrirá con nosotros. -Javier estaba desesperado. No sabía qué decirle a su novia. Sabía que era algo muy fuerte para ella. Pero, ¡qué decir ante una situación asi, sin caer en los tópicos!
-Ya. -Estaba en shock... no era capaz de ver más allá... de pensar más allá... sólo una idea daba vueltas cual tiovivo en su cabeza: No volveré a reir con ella.

Al otro lado de la tumba estaba Freya. Con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar la pérdida de la luz que había llegado a su vida con tanta fuerza una tarde de domingo. Freya, que había perdido toda su fe en el amor, había regresado al camino afectuoso de la mano de la que en un principio como amiga, y meses después como novia, llacía ahora bajo puñados de tierra que poco a poco enterraban de nuevo su esperanza.

Graciela y Freya intercambiaban miradas de dolor, de apoyo mutuo. Pues ambas la llevaban en su corazón grabada a fuego. La novia para Freya y la amiga del alma para Graciela....

(Any... ¿qué fue lo que pasó? ¿Cómo continuaba la historia?)

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